lunes, 26 de julio de 2010

ABRIENDO LAS PUERTAS DEL CIELO - Un regalo de "El Morya"

 
Buscando la felicidad por fuera

 

Amados de mi corazón. Debéis comprender que aunque a veces parece que vuestra felicidad depende de las cosas de este mundo, eso no es más que una ilusión quimérica en la

que habéis caído. Las cosas de este mundo son transitorias y cambiantes.

 

Nunca podrán otorgaros un verdadero sentido de seguridad que os ofrezca la dicha perenne.

 

Incluso, cuando consigáis aquello que consideráis que os dará la alegría, podréis descubrir que eso no era exactamente lo que queríais. Así que iniciareis una nueva

búsqueda de algo material para alcanzar la felicidad tan anhelada -por

fuera de vosotros.

 

Esto me recuerda al viejo acertijo: "¿Qué es aquello que mientras más le quitáis más grande se hace?". La respuesta es: "un hoyo". Así son vuestros deseos humanos, abismos insondables que nunca podrán ser llenados.

 

 

Esto es semejante a la ardilla que está corriendo en su rueda. Por más rápido que corra no podrá nunca salir de ella -mientras siga corriendo en esa dirección-. Lo ideal sería que tomarais la decisión de dejar de correr en la misma trayectoria que habéis traído durante toda vuestra vida, es decir, el camino de la búsqueda de la dicha externa. Ahora empezad a mirar dentro de vosotros para encontrar la fuente eterna, el origen de la felicidad verdadera: vuestra poderosa Presencia YO SOY.

 

La Fuente Eterna

 

Una vez que descubrís que toda la dicha que buscabais estaba dentro de vosotros, entonces podréis atraer todos los bienes materiales que deseáis tener. Esta vez llegarán naturalmente y ya no habrá ese sentido de ansiedad o de temor por no tener este o aquel objeto material. Cuando comprendéis que sois hijos e hijas del amor, todo el universo se pondrá de acuerdo para complaceros en todo lo que necesitáis.

 

Eso es tan sencillo como sentaros en el borde la cama y centrar vuestra atención en el corazón. Una vez que vuestra mente se haya aquietado, reconoced que ahí, dentro de vosotros, está la fuente eterna: el YO SOY. Luego sabed que vosotros sois ese YO SOY, que no hay diferencia alguna porque ese es el origen de vuestra identidad verdadera. Luego, sostened esa conciencia la mayor parte del día, en medio de vuestras actividades diarias.

 

Qué pasa cuando os sentís separados de Dios

 

Pero, mientras sigáis pensando que sois seres separados de Dios, que por este o aquel motivo no merecéis la felicidad y la abundancia, el universo reforzará vuestra creencia creando condiciones que confirmen que no sois dignos. Como veis, el universo es como una gran computadora y vosotros sois la mano que controla el mouse.

 

Hasta que no os hagáis realmente conscientes de vuestra dignidad y vuestro papel, no podréis encarnar la conciencia plena de la abundancia. Soltad toda crítica de vosotros mismos y de vuestros hermanos y hermanas. Sed íntegros, reconoced vuestros defectos sin juzgar, luego empezad a trabajar en trascenderlos.

 

El cielo está impaciente por derramar sus bendiciones sobre ti

 

Si supierais que ya sois dignos y merecedores de todo aquello que percibís como algo lejano. Yo, que todo lo veo, me divierto al ver como el cielo desea derramar sobre vosotros su gloria mientras vosotros lo rechazáis con una serie de condicionamiento impuestos por la iglesia y la familia. Esos condicionamientos dicen que no podréis recibir la  abundancia y la felicidad si primero no cumplís con estos o aquellos requerimientos externos.

 

Yo no estoy diciendo que una persona que esté totalmente identificada con su ego esté preparada para asumir la abundancia. Pero el hecho de que una persona no esté preparada no quiere decir que no sea digna. Tampoco digo que tenéis que cumplir con los requisitos del ser humano perfecto que no existe. Simplemente debéis estar dispuestos a mirar la viga en vuestro ojo, a dar un paso a la vez y a prestar un servicio práctico a la vida. Eso, y aceptar lo que ya sois –seres dignos- es suficiente para recibir el Reino de Dios, tanto a nivel espiritual como material.

 

 

Pero, si continuáis pensando que de alguna manera vuestra felicidad depende del cumplimiento de ciertas condiciones materiales, estaréis basando vuestro sentido de felicidad en una falsa expectativa de vuestro ego. La verdadera felicidad no requiere bienes materiales, pero una vez que encontráis la verdadera felicidad –es decir, vuestra identidad Divina- los bienes materiales llegarán uno tras otro sin ninguna dificultad. Eso sucederá porque ya no estaréis apegados a ellos y no dependeréis de eso para ser felices.

 

Así es como funciona el universo. Dejad de pensar que sois seres separados. Aceptad que ya sois el YO SOY. Es más, reconoced que siempre lo fuiste, lo que sucede es que no estuvisteis dispuestos a reconocerlo antes. Si, la fuente eterna de la felicidad siempre estuvo dentro de vosotros y vosotros la rechazasteis por estar corriendo tras las chucherías que vuestro ego os ofrecía; juguetes transitorios, placebos, dopajes, que os alejaban de la felicidad eterna.

 

Mi concepto de felicidad

 

Una última cosa, cuando hablo de "felicidad" no me refiero a la falsa creencia de que de pronto ya no habrán más dificultades y problemas en vuestra vida. Las dificultades siempre vendrán como un incentivo para asumir el reto y descubrir la bendición que se esconde detrás. La dificultad siempre vendrá como un Maestro para enseñarte una nueva lección que hará de ti un ser más independiente, más integro.

 

Lo que quiero decir con "felicidad", es que tendréis la conciencia lo suficientemente centrada para afrontar las dificultades con otra perspectiva. Que ya no os ahogareis en un vaso de agua sino que tendréis la madurez y la visión para ver la luz al final del túnel.

 

Sabrás que Dios jamás permitiría que estuvierais en una situación donde no pudierais hacer nada. Con cada encrucijada viene un manual de instrucciones al respaldo.

 

Lo único que tenéis que hacer es estar abiertos para reconocer el

manual. Para eso se necesita que tengáis un cierto nivel de conexión con

el Cristo interno y entonces podréis reconocer la salida. Esta llegará

de diferentes maneras, tal vez aparezca por inspiración divina, o la

oigas de boca de un amigo, o te llegue por cualquier medio que la

divinidad use para ayudarte.

 

 

Te sello en el corazón de Dios, el corazón del amor, y te dejo una sencilla oración. Si la hacéis despacio, interiorizando, saboreando y digiriendo cada palabra, podréis abrir las puertas del cielo interno para que toda la abundancia de Dios se manifieste en vuestras vidas -no mañana o en un año- sino HOY.

 

Con amor,

 

El Morya YO SOY.

 

 

ORACION PARA RECIBIR LA ABUNDANCIA DIVINA

 

 

GRACIAS PADRE POR LA ABUNDANCIA QUE ES MÍA.

 

ACEPTO LA ABUNDANCIA INFINITA DE MI PADRE Y MADRE DIVINOS.

 

ACEPTO QUE NO TENGO QUE HACER NADA PARA MERECERLA, PORQUE ME PERTENECE POR DERECHO PROPIO; PUES SOY UN(A) HIJO(A) DEL AMOR.

 

RENUNCIO A TODOS MIS TEMORES Y AFIRMO QUE MI SENTIDO DE SEGURIDAD ES INTERNO, QUE PROVIENE DE MI PRESENCIA YO SOY DENTRO DE MI.

 

RENUNCIO A CUALQUIER FALSO SENTIDO DE SEGURIDAD QUE ESTÉ BASADO EN LAS COSAS DE ESTE MUNDO.

 

YO SOY UNA EXTENSIÓN DEL DIOS QUE CREÓ EL UNIVERSO, POR TANTO SOY UNO CON EL TODO Y TENGO ACCESO A TODA LA ABUNDANCIA DEL UNIVERSO ESPIRITUAL Y MATERIAL.

 

YO SOY UNO CON DIOS, SOY INTEGRO, SOY COMPLETO Y TENGO DENTRO DE MI TODO LO QUE NECESITO PARA SER FELIZ.

 

ACEPTO LA ABUNDANCIA Y LA FELICIDAD DIVINAS EN MI MUNDO AHORA.

 

GRACIAS PADRE POR SER COMO ERES -DENTRO DE MÍ.

 

 

AMEN

 

 

 

www.teosofiaeselcamino.com

 

 



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